FollowEl 14 de febrero es el día europeo de la Salud Sexual, y por eso me he decidido a hacer hoy una reflexión sobre lo que está pasando en nuestro país en relación a nuestra salud y nuestros derechos; sobre la ley del aborto.
En el 25º Aniversario de la Asociación Nacer en casa (en mayo del 2013), tuvimos el honor de poder escuchar el testimonio de una persona que luchó mucho por mejorar los derechos de las mujeres en España, el Dr Pere Enguix. Este médico fue encarcelado en 1981 y 1983 y permaneció 10 años en libertad condicional por liderar una lucha por las libertades de las mujeres. Él siempre manifestó no ser partidario del aborto, sino de la libertad de decisión de la mujer sobre su cuerpo (declaración en El País, 18 de Noviembre de 1983). Gracias a él y a todas aquellas mujeres que se manifestaron en su defensa y a favor de la ley del aborto, se consiguió que el proceso se acelerara, logrando que los políticos se plantearan por fin elaborar una ley que regulara el aborto.
Que no crucifiquen tu cuerpo
La ley del aborto ha ido cambiando a lo largo de los años, y en la ley de antes del 2010 las mujeres encontraban en los supuestos legales que existían, el amparo para que su aborto fuese legal. Con la modificación del 2010 se liberalizó el aborto hasta las 14 semanas, normalizando y dando cobertura a mujeres y profesionales en una situación que sucedía y seguirá sucediendo, sin necesidad de pretextos innecesarios para poder abortar libremente. Con el nuevo proyecto de ley estaríamos volviendo a la situación anterior, en la que tanto mujeres como profesionales se verán obligados a mentir.
Quieren destruir los Centros de Orientación Familiar y privatizar la educación, disminuyendo con ambas medidas la educación sexual en la población, eliminar la anticoncepción gratuita, ilegalizar el aborto libre… ¿ Es su propuesta para aumentar la natalidad? ¿ Quieren que volvamos a la época en la que la mujer cumplía una función únicamente procreadora?
Además, con esta propuesta de ley hay un choque con la Ley de Autonomía del Paciente, ya que la decisión de abortar en determinados supuestos recae en el médico y no en la usuaria. No soy muy buena en política, pero está claro que las políticas de hoy en día, escapan de mi concepto de normalidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),en su manual «Aborto sin riesgos: guía técnica y de políticas para sistemas de salud» , se estima que cada año se realizan en todo el mundo, 22 millones de abortos de forma insegura, lo que produce la muerte de alrededor de 47.000 mujeres y discapacidades en otros 5 millones. Casi cada una de estas muertes y discapacidades podrían haberse evitado a través de la educación sexual, la planificación familiar y el acceso al aborto legal y sin riesgos.
En los países en los que el aborto es ilegal o está restringido, el aborto sin riesgo se convierte en un privilegio de las mujeres ricas, mientras que las de escasos recursos no tienen otra opción que realizarlos de manera insegura, sufriendo la muerte o secuelas graves.
Desde Luna de Brigantia tenemos la esperanza de que esta propuesta de ley no salga a delante, pero pase lo que pase siempre ofreceremos charlas e información para mejorar la salud sexual de todas y cada una de vosotras.
Me parece una reflexión con mucho sentido común.