La malnutrición producida por la crisis económica imposibilita la lactancia materna a muchas españolas. Esta noticia pudimos leerla el martes día 11 y se extrae de un artículo escrito por la Asociación Catalana de Enfermería Pediátrica, bajo el patrocinio de una archiconocida empresa nutricéutica. Pero ¿realmente la crisis económica puede afectar a la leche materna? Las matronas, como profesionales especializados en lactancia materna, queremos dar a conocer nuestra opinión al respecto.
Los períodos de crisis o catástrofes extremas tienen como consecuencia, entre otras situaciones, el afloramiento de enfermedades que ya se daban por controladas y la aparición de estados de de malnutrición en la población. Cuando estas situaciones ocurren, la ayuda humanitaria se vuelca con los países afectados haciendo llegar sus ayudas. A menudo las fórmulas infantiles son uno de los primeros recursos en llegar a estos países, porque existe un concepto erróneo de que la mayoría de los niños ya reciben alimentación de fórmula. Sin embargo, es más prudente, más fácil y más barato proteger a las madres que amamantan, procurándoles una mejor alimentación, que exponer al bebé a una alimentación a base de sucedáneos de la leche materna u otros alimentos.
Organizaciones internacionales como UNICEF hacen la siguiente afirmación: “la lactancia materna es una prioridad fundamental para la supervivencia infantil en las situaciones de emergencia”. Asimismo, recomienda la lactancia materna como medida preventiva eficaz para reducir la mortalidad y como factor protector frente a la desnutrición infantil en zonas de extrema pobreza como el tercer mundo.
Entonces, si la lactancia materna está especialmente indicada en países con escasos recursos, ¿qué podemos pensar de la situación actual en España?
La leche materna es el alimento más adaptado a las necesidades del bebé. Es precisamente en estos períodos de crisis nacionales cuando la lactancia materna debe ser más promovida por los profesionales sanitarios, ya que con ella las familias se garantizan una correcta alimentación infantil. El nivel de malnutrición materna tiene que ser extremo para que ésta situación afecte a la calidad y cantidad de leche producida por una madre que está amamantando a su hijo. Las madres malnutridas pueden seguir las mismas recomendaciones que el resto de las mujeres en lo que a lactancia materna respeta. Entre estas recomendaciones la Organización Mundial de la Salud (OMS) aboga por una “lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, seguida de la introducción de alimentos complementarios y la continuación de la lactancia materna hasta los dos años o más.”
Desde Luna de Brigantia queremos brindar apoyo a todas aquellas madres decididas a amamantar a sus hijos, sea cual sea su situación económica o personal, y recordarles que la leche materna es el único alimento que satisface todas las necesidades nutricionales de su bebé, sin necesidad de suplementación.